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Por Sheryl Rizzo

No existe absolutamente nada que haya experimentado en mi vida que se pueda comparar con saltar de un avión, son segundos en los que el cielo te envuelve, estando entre las nubes a cerca de 4,000m de altura, cayendo a una velocidad impresionante de hasta 200km/h, jugando con tu cuerpo en el aire, con todos los sentidos a tope, sintiendo que vuelas. Una vez que tocas el cielo querrás volver a hacerlo una y otra vez.

Salto tomando el curso de AFF en 2016
Desde que era pequeña ver en las películas o documentales cómo saltaban de un avión, de un helicóptero, de una montaña o en wingsuit (traje con alas) planeando entre las montañas era algo que quería hacer cuando fuera grande. Quería ser como Steph Davis una gran escaladora que salta en wingsuit desde la montaña o Dean Potter haciendo saltos base. Me prometí a mi misma que cuando tuviera dinero lo haría. Cuando cumplí 17 años, estudiando medicina como foránea pude ahorrar suficiente para tomar un vuelo de Mty a CDMX y transporte a Cuautla, Morelos a la zona “Skydive Cuautla” para realizar mi primer salto en tandem. Decidí irme a Cuautla porque al ser originaria de Orizaba, Veracruz era la zona más reconocida y cercana de mi pueblo, además que mi hermana mayor había saltado también en tándem ahí, con muy buenas referencias me lancé. El salto en tándem es la modalidad para vivir la experiencia sin preocupación alguna. Vas sujeto de un arnés a tu instructor, quien tiene el control total de todo. Prácticamente solo vas a disfrutar, es muy seguro y divertido, creo que es algo que todos deberían experimentar una vez en la vida.
Cuando salté en tandem a los 17 años

Una vez que aterrizamos quería volver a hacerlo y le dije a mi instructor “esto es algo que quiero hacer el resto de mi vida”. Realmente quería volver a sentirlo y hacerlo mi hobby. Sin embargo, al investigar los costos y el proceso para ser paracaidista, viviendo como estudiante foránea en Monterrey, la escuela de paracaidismo en Morelos, tomé la decisión de esperar hasta que pudiera pagarlo.

Una vez graduada de medicina, en el inter entre decidir hacer la especialidad o realizar una maestría acepté mi primera oferta de trabajo en un Wellness Center que me permitió costear mi curso, hospedaje y los vuelos. Además, había una super promoción para tomar el curso que no pude dejar ir, por ser mujer había un descuento como incentivo para que más mujeres se hicieran paracaidistas.

En el salto número 6 del AFF

Sabía que solo podía tomarme un fin de semana para realizar el curso así que tomé un vuelo de Mty a Puebla en un puente, 4 días para tomar el curso en “Skydive Puebla”, me enteré que era zona hermana de Skydive Cuautla pero en Atlixco, era la zona que me quedaba más cerca de un aeropuerto. Llegué sin saber absolutamente nada y a los 3 dias regresé a Mty siendo paracaidista. 

El curso de paracaidismo se le llama AFF por sus siglas en inglés Accelerated Freefall o curso de caída libre acelerado. Consta de 7 niveles que pueden completarse en 7 saltos. De tal manera que cada nivel tienes que cumplir con ciertas prácticas y habilidades para pasar al siguiente. Si todo lo realizas muy bien puedes avanzar muy rápido, sin embargo, si te cuesta trabajo manejar tu cuerpo o cumplir con uno de los requisitos repruebas ese nivel y debes realizar otro salto o los que sean necesarios para pasar el nivel. De esta manera hay quien termina el AFF en más de 7 saltos. 

En los primeros saltos vas acompañado con dos instructores que te van sosteniendo e instruyendo en el aire, incluso te abren el paracaídas si tu no lo abres. Si algo sale mal con tu paracaídas principal tienes un paracaídas de reserva. Lo que suena más complicado y que a mi me preocupó es que una vez que abres el paracaídas vas completamente solo manejando la copa, te dan un radio para explicarte cómo aterrizar, pero desde el salto 1 ya estás aterrizando solo, es algo muy emocionante.

Salto al atardecer en Puerto Escondido.

El 8vo salto es la hora de la verdad, cuando nadie está al pendiente de ti, no llevas radio para aterrizar, nadie va contigo en el aire, se abre la puerta del avión, eres tú, lo que aprendiste y el cielo. Fue el salto que realmente disfruté, más que los anteriores, no tuve miedo ni nervios, iba viendo el horizonte, los volcanes nevados, el Izta y la Malinche, el tiempo se detuvo, fue la primera vez que voltee a ver el suelo y ver como me estaba aproximando, fue cuando caí en cuenta que estaba realmente cayendo de un avión. Los saltos pasados habían sido más un examen, tomas un examen escrito, luego va el práctico, te aprendes lo que debes hacer, te filman, te corrigen, etc. En lo personal me sentí presionada conmigo misma porque tenía a como de lugar que hacerlo perfecto, sin reprobar niveles, me tenía que graduar en 3 dias porque tenia vuelo de regreso a Mty y quien sabe cuando iba a tener otro fin de semana libre o puente para terminar mi curso. Además que soy muy perfeccionista. Entonces, en el 8vo salto iba sin presión alguna, sentí una inmensa tranquilidad y sensación de control que lo disfruté demasiado.

Aterrizando en la zona de paracaidismo de General Terán

Para poder saltar de montañas o planear entre ellas con un traje de alas (wingsuit) debes primero ser paracaidista. Esta es la principal razón por la que me inicié en el mundo del paracaidismo, dentro de las diferentes disciplinas de deportes aéreos hay pasos. 

Una vez que terminas el AFF ya eres paracaidista y prácticamente sabes estar estable, salir de un avión, manejar situaciones de emergencia y aterrizar. Para poder mejorar en el deporte requieres realizar más saltos y para esto se realizan una serie de ”coacheos” que te enseñan a moverte en el aire y saltar con más gente.

Salto con amigos en Puerto Escondido

La licencia A de paracaidismo la obtienes luego de varios requisitos junto con 25 saltos y con esta puedes saltar en cualquier parte del mundo, es como sacar la licencia de conducir. Posteriormente la licencia B la puedes obtener al haber completado 50 saltos junto con otros requisitos adicionales. La licencia C luego de 200 saltos y la licencia D después de 500 saltos en adelante.

Cuando completas 200 saltos ya puedes aplicar para el curso de wingsuit con el típico traje de ardillita voladora, pero desde aviones, es decir, de bastante altura. Posteriormente puedes tomar el curso de salto base, para saltar desde montañas, edificios o puentes. Salto base se refiere a saltar desde muy cerca del suelo. B.A.S.E por sus siglas en ingles “Building, Antenna, Span (bridge), Earth (cliff)” y es más riesgoso que de un avión porque no tienes paracaídas de reserva y en cuestión de segundos estás en el suelo. Una vez completado el curso de salto base puedes tomar un curso de “proximity flying” para poder saltar desde una montaña con un winsguit. Aprendiendo estas 3 disciplinas en conjunto se conoce como “wingsuit proximity flying”. Este es mi objetivo final.

Hasta ahora llevo 88 saltos y cuento con la Licencia B. Tomé mi curso de AFF en 2016 sin embargo, durante varios años no me era posible viajar a Puebla o a Cuautla desde Monterrey para saltar así que saltaba una vez al año en “Skydive Puerto Escondido”, misma franquicia de Skydive Cuautla, zona que se abre en diciembre únicamente. Saltar en la playa es de lo más delicioso, en puestas de sol o amaneceres volar entre el cielo y el mar, pura maravilla. He ido a saltar aquí 3 años consecutivos y lo seguiré haciendo mientras pueda.

En enero de este año 2020 conocí una zona nueva, “Paracaidismo Aeropingui Nuevo León” en General Terán, en donde estoy saltando cada fin de semana para seguir alcanzando mi objetivo. Me siento muy afortunada de poder ahora si avanzar en este deporte, teniendo la zona de salto a 1 hora de casa. En 2016 realicé 8 saltos, en 2017 25 saltos, en 2018 8 saltos, en 2019 12 saltos y ahora en 2020 en la zona de Nuevo León llevo 40 saltos, a pesar de que se atravesaron 4 meses de pandemia y estuvo cerrada la zona. 

En Febrero pude ir por primera vez a un túnel de viento para mejorar algunas habilidades, es una simulación a la caída libre, un deporte muy bonito y otro mundo, es recomendable para acelerar un poco la curva de aprendizaje si deseas aprender “freefly”, una disciplina del paracaidismo para volar en diferentes posiciones utilizando el aire a tu favor, sentado, de cabeza, de espaldas, en split, etc.,  requieres un gran control de tu cuerpo. También lo recomiendan incluso antes de tu AFF para que te vaya muy bien en tu curso.

En el túnel de viento con mi hermana y su instructor

Actualmente estoy súper motivada, estoy estrenando mi primer paracaídas, contenta de seguir saltando, mejorando, aprendiendo y progresando en este fascinante deporte que me permite tocar el cielo. Me encantaría dedicarle más tiempo que una vez a la semana pero tengo muchos otros deportes que me llenan y a los que dedico gran parte de mi tiempo, sin embargo, al fin he podido encontrar ese balance que me ayude a alcanzar mis metas deportivas sin descuidar unas a otras ya que mayormente me la vivo en la montaña, corriendo, rodando o escalando.

Sheryl Rizzo

Doctora, nutrióloga, entrenadora y atleta de alto rendimiento. Corredora de ultra distancias, escaladora, ciclista de MTB, paracaidista, deportista multidisciplinaria, amante de la montaña y  la aventura


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