¿Alguna vez has visto algún loco en el mar amarrado a un paracaídas saltando olas y volando dando vueltas con una tabla en los pies? Ese es el increíble deporte del kiteboard. Funciona de manera muy básica con el viento, un kite (vela) y una tabla. Este deporte fue una evolución entre el windsurf y la adopción de algunas cuestiones del wakeboard.
En La Ventana, a 40km del centro de la ciudad de La Paz tenemos de las mejores condiciones para practicar el kiteboard de Norteamérica. No es por nada que durante la temporada que abarca desde octubre hasta mayo la visitan más de 6 mil estadounidenses con el principal objetivo de navegar sus aguas con las mejores condiciones de viento.
No te puedo definir si es la emoción de sentir la potencia del viento o la realización de poder navegar en el agua, lo que más me gusta. Es una experiencia única y cada sesión es totalmente diferente a la anterior por las condiciones cambiantes. Es irónico que algo que no podemos ver (el viento), lo podamos utilizar para tener esa dosis de adrenalina y un sentimiento de libertad único.
En el parapente o paracaidismo interactúas con el viento, en el surf con la marea y el agua, el kiteboard te requiere esa interacción con dos elementos al mismo tiempo. El equipo ha evolucionado mucho en los últimos 10 años, si, desde los 80s que se marca como el inicio del deporte, se han convertido en kites muy dóciles, fáciles de entender y manejar, sus sistemas de seguridad cada vez son mas prácticos y eficientes, las tablas tienen cada vez mayor especialidad y los arneses se han vuelto muy ergonómicos.
