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Por Isabel Grajales

Jaguar Claw es una de las cuevas mas largas de México y del mundo. Les contare un poco sobre como es una de tantas expediciones de las que he tenido el orgullo de formar parte, dentro del proyecto espeleológico de Quintana Roo, liderado por el reconocido explorador Peter Sprouse, originario del estado de Texas, USA.

En esta ocasión la expedición de agosto del 2018, se llevó a cabo en dos campamentos subterráneos, cada uno de entre 4 y 5 días dentro de la cueva. Debíamos aprovechar el mayor tiempo posible, ya que estaba muy retirada la zona de exploración y se necesitaba mucho equipo, desde material de buceo y topográfico, hasta balsas. Nos enfocaríamos en Sistema Jaguar Claw, apoyando a una compañera Geóloga, que con un estudio sobre hidrología en cuevas presentaría su doctorado, realizando además exploración, topografía y buceo a espaldas del sistema.

Elevación cueva Jaguar Claw (naranja es alta elevación y verde es baja)

Un día antes de iniciar la expedición, algunos de los que ya estábamos en Quintana Roo, aprovechamos para ir a dejar equipo a la cueva: tiendas de campaña, sleeping bags, pads, estufas, equipo personal, balsas inflables, algunas mochilas, etc. Además de elegir nuestra área de campamento.

Al día siguiente nos dirigimos a la cueva cargando el resto del equipo necesario, entre ellos tanques y equipo de buceo, ya que había múltiples ramales inundados, así como sifones, para lo cual se ocuparía técnica de espeleobuceo.

Aún y siendo un grupo grande de espeleólogos, fue necesario contratar algunos sherpas, así como un vehículo pequeño para ayudar con el transporte de equipo. Al final solo pudieron avanzar un poco hasta cierta zona, a partir de ese momento nos encargamos personalmente de llevar el equipo por la selva (aproximadamente unos 30 kilos por persona) entrando y saliendo por secciones del sistema Jaguar.

Para cargar con el menor peso posible evitamos transportar líquidos para hidratarnos, en vez de eso fue instalado un filtro comunitario para beber del agua de la cueva, contábamos con bebidas energéticas en polvo y además la mayor parte de la comida era liofilizada, para conseguir aligerar aún más las mochilas.

Una vez que llegamos a la cueva, instalamos los campamentos, se revisaron mapas, establecimos equipos de trabajo, zonas a topografiar, y material a utilizar.

En estas expediciones usamos para realizar la topografía un medidor láser llamado “Disto X” el cual está diseñado específicamente para funcionar dentro de las cuevas. El aparato nos da 3 medidas: distancia, inclinación y dirección, las cuales nos ayudan a poder hacer los mapas.

También usamos una plantilla de tiro al blanco, comúnmente llamado “target”, que es hacia donde apuntamos el láser, un crayón rojo o naranja para marcar con un punto exactamente la estación (el lugar en el que se puso el target), flagging tape (cinta para poner tags), y marcador negro indeleble para escribir el numero de estación que corresponde en la cinta.

Los bosquejos se hacen en una libreta con hojas cuadriculadas a prueba de agua ya que casi todas las cuevas en Quintana Roo tienen zonas inundadas. Llevamos también lapicero y borrador para apuntar los datos del disto y dibujar el mapa de la cueva con espeleotemas, ramales, sifones y demás características principales.

Al ser mayormente horizontales, en las cuevas de la región se prefiere hacer una topografía de suelo, para el dibujo también se necesita un transportador para hacerlo a escala.

Para desplazarnos dentro de esta cueva, además de caminar, trepar, escalar, arrastrarnos y nadar, utilizamos unas balsas inflables para minimizar el impacto a las formaciones y fauna cavernícola. Otra ventaja es que estas balsas nos permiten avanzar mas rápido, pues los recorridos en ocasiones son de kilómetros y además aligeran el trasporte de mochilas y tanques de buceo que son muy pesados. En lugar de remos se utilizan unas aletas en las manos conocidas como handpaddles

Durante varios días cada equipo trabaja en sus zonas asignadas, en ocasiones topografiando, cargando tanques de oxígeno para los buzos, buceando, explorando sifones y ramales de la cueva, estudiando la hidrología, biología, geología, etc.

Durante los traslados y exploración de la cueva, podemos encontrar algunos animales como: ambiplígidos, isópodos, peces ciegos y camarones, por mencionar algunos. Los cuales tras haber vivido dentro de la cueva por milenios carecen de pigmento ya que no lo necesitan para su protección (por lo que se pueden ver desde blancos hasta transparentes). También se pudieron observar algunas huellas y huesos de mamíferos.

Después de largos y extenuantes días, teníamos que regresar, levantar campamento y dirigirnos hacia la civilización. Ya en la ciudad, después de un buen baño, una rica cena y unas cervezas, se pasan todos los datos recabados de la expedición a la computadora, usamos un programa para digitalizar y hacer los mapas, con la ayuda de Topodroid y el Walls.

Mapa general de Jaguar Claw, se pueden ver los nuevos pasajes en amarillo.

El Sistema Garra de Jaguar (Jaguar Claw) en el 2017 tenia 43,853 metros explorados y topografiados, al finalizar esta expedición de agosto del 2018, la nueva longitud del sistema fue de 47,279 metros.

Han continuado las expediciones en la zona cada, vez explorando mas kilómetros y teniendo gran potencial para seguirse ampliando. Lamentablemente debido a recientes proyectos de construcción y urbanización, muchas de las cavernas y sus ecosistemas serán afectados, incluso algunas desaparecerán por completo. 

Se les invita a participar en la exploración de nuestro mundo subterráneo, es una actividad todavía muy joven ya sea como deporte o como ciencia, en cuevas horizontales o verticales, haciendo mapas o anclando para llegar mas lejos, nuestro país es inmensamente rico en cavernas, por lo que viene gente de todo el mundo a explorarlas, ¿que mejor que explorarlas nosotros mismos? México es para cuevas lo que los Andes para alta montaña.

En mi experiencia al estar mucho tiempo dentro de una cueva llega un momento en que pierdes la noción del tiempo, todo pasa muy rápido, es importante llevar contigo un reloj, ya que en la oscuridad todo se ve igual a cualquier hora, no olvides tomar descansos, procura comer y dormir bien. Dentro de la cueva, te desconectas completamente del resto del mundo y durante esos días para mi es una sensación relajante, te invita a meditar a pesar del cansancio. Este cansancio generalmente no lo sientes hasta que regresas al campamento y te detienes para dormir, pero tienes demasiada hambre. En cuanto a la comida la verdad estoy en busca de comida ligera con mejor sabor que la liofilizada, para ir al baño debíamos salir de la cueva y hacerlo en la selva, aunque existen otras maneras (como el famoso “burrito pack” pero esa es otra historia jajaja).

En cuanto a la temperatura dentro de la cueva se encuentra templado, (aproximadamente unos 25 grados Celsius) excepto en zonas de agua muy profunda, que suele estar helada. Cuando ya vas a dormir, cambias tu ropa mojada por la seca y al día siguiente en la mañana tienes que ponerte de nuevo la ropa mojada ya que no se alcanza a secar de tanta humedad (no llevamos mas cambios pues viajamos ligero). Tu cuerpo esta todo el tiempo cambiando de posición, pero de pronto como al segundo día, empiezas a sentir la necesidad de recargarte en algo que no sea rasposo y extrañas una silla. También hay que llevar un buen pad para poder descansar, que sea ligero pero confortable encima de las rocas, personalmente batallé mucho para dormir ya que el que llevaba era muy delgado, se recomiendan los pads inflables o hamacas. En fin, vale la pena por todo lo mágico que experimentas en esos momentos, el saber que estas en lugares donde solo entraron los mayas y puedes ser de los pocos en el mundo en observar sus reliquias, centros ceremoniales, artefactos, etc. O saber que llegaste a un lugar donde ningún humano había podido llegar. Es impresionante como la naturaleza forma cosas tan increíbles en el subsuelo.

Amante de la naturaleza y actividades outdoors desde pequeña, miembro de Club de Montañismo Tec desde el 2010, especializándome en el área de la Espeleología: cuevas, cañones y sótanos. He tenido la fortuna de participar en varios proyectos internacionales en algunas de las cuevas mas largas y profundas del país. Y el gusto de poder transmitir la pasión por la exploración del mundo subterráneo en la formación de nuevos espeleólogos.

Equipo básico necesario

  • Botiquín
  • Manta térmica
  • Casco profesional
  • 3 headlamps , 1 principal y dos secundarias
  • Pilas extras cargadas
  • Guantes para rappel
  • Rodilleras
  • Ropa sintética
  • Botas de montaña o bota tipo jardinero, con buen agarre antiderrapante
  • Reloj
  • Silbato
  • Comida de marcha
  • Agua
  • Equipo vertical personal (ascenso y descenso: croll, jumar, marimba, stop o simple, arnés de cintura, arnés de espalda, semicircular, línea de vida, seguridades corta y larga)
  • Mochila de uso rudo para meter a la cueva
  • Cambio de ropa limpio incluye calzado
  • Bolsa de plástico para guardar ropa sucia, mojada
  • Cuerdas
  • Empotra
  • Bandolas
  • Mosquetones
  • Spits o bolts y plaquetas
  • Poleas

Equipo especial para esta cueva:

  • Mapas digitales en celulares y en papel
  • GPS y coordenadas
  • Disto X
  • Marcadores negros indelebles
  • Flagging tape
  • Libreta topográfica
  • Lapicero con borrador y puntillas
  • Crayones rojos o naranjas
  • Plantilla target
  • Transportador
  • 2 Bolsas secas
  • Mochilas secas
  • Balsas o llantas inflables
  • Hand-paddles
  • Casa de campaña
  • Pad
  • Sleeping Bag
  • Estufa
  • Utensilios de cocina y cubiertos
  • Por lo menos dos termos (“Nalgenes” o similar)
  • Filtro de agua
  • Comida liofilizada
  • Bebida energética en polvo
  • Equipo de buceo
  • Tanques extra de oxigeno

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1 Comment

  • Luis Leonardo Juan Zamora Leal, agosto 1, 2020 @ 10:55 pm

    Magnífica descripción, ¡Ya quiero ir!

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